El bosque de Laurisilva está compuesto de grandes árboles y
plantas trepadoras, cuyas hojas se parecen a las del laurel: hojas lanceoladas,
muy anchas, duras y perennes, de lo que deriva el mencionado nombre de Laurisilva.
Los Alisios, de componente noreste, son los
vientos dominantes en Canarias. No son vientos que suelen originar lluvias
abundantes, pero si están cargados de humedad. Cuando éstos vientos ascienden
por las laderas de las montañas más altas, el aire húmedo se condensa y se
forman masas nubosas, denominadas “Mar
de Nubes”.
Estas formaciones reducen y suavizan las temperaturas. Es en
este entorno donde ha sobrevivido la Laurisilva,
que es una formación boscosa compuesta de especies con hojas de tipo laurel: viñátigos,
tiles, sanguinos, laureles, barbusanos, adernos, mocanes, delfinos y palos
blancos, perennes y que se corresponden con las zonas orientadas al norte,
entre 400 y 1200 metros de altitud. Con temperaturas muy suaves durante todo el
año, entre 12º y 14º C de media, y sin abundancia de precipitaciones. Es el
bosque de Laurisilva el que actúa de
esponja, atrapando el agua entre su densa vegetación y aportando gran cantidad
de agua al suelo.
Por debajo de la Laurisilva se encuentra el Fayal – Brezal
(acebiños, brezos, torviscas, fayas). Al conjunto formado por la Laurisilva y el Fayal – Brezal es lo que se denomina Monteverde. Aunque
tradicionalmente se empleaba el término de laurisilva para denominar a este bosque propio de los archipiélagos
atlánticos de Canarias, Madeira y Azores, actualmente se prefiere usar el
término de Monteverde.
También destacar las flores y hierbas que constituyen el
sotobosque, donde tenemos el bicácaro, las zarzas, los bejeques, los verodes y
los helechos, entre otros.
SANTA CRUZ DE TENERIFE A 18 DE JUNIO DE 2015
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