"Ahora toca cuidarla y darle los mimos necesarios"

Parque Rural de Anaga

viernes, 17 de julio de 2015

Lagares de Anaga

Lagar de Los Orobales. Parque Rural de Anaga

En nuestro recorrido por La Punta de Anaga nos hemos encontrado con muchos lagares, tallados en la roca tosca rojiza, vestigio de lo que antaño fue en Tenerife el monocultivo de las vides. Esta cultura vitivinícola tiene mas de 400 años de antigüedad. No hay que olvidar que en las islas se han dado diferentes monocultivos a lo largo de la historia: caña de azúcar, viñedos, cochinilla, papas, tomateros, plataneras. La uva era transportada hacia los lagares, donde se producía el mosto, el cual se repartía posteriormente entre los cosecheros para elaborar el vino, en sus respectivas bodegas.
 
Barricas en la Ermita de Santa Teresa, en Los Auchones

La producción, que estaba destinada a los mercados europeos, sobre todo Inglaterra, una vez envasado en barricas se llevaban a los puntos de embarque: Puerto Tachero, Roque de Las Bodegas, Roques de Anaga, Playa de Tamadiste, remolcándolas hacia los barcos que esperaban fondeados en la costa.
 
Lagar de Los Orobales

De hecho, las Islas Canarias eran punto de encuentro de mercaderes holandeses, portugueses, belgas e ingleses, principalmente, que comerciaban con importantes empresas, tanto en el continente americano como con las "Compañías de Las Indias", recibiendo influencias de ambos comercios.

Remolque de barricas en Roque de Las Bodegas

Tampoco debemos olvidar que Nelson atacó la isla de Tenerife en el año 1.797, sabiendo su importancia estratégica para el comercio mundial. Tal era la producción de vino que, en Anaga, hay contabilizados más de 46 lagares. Entre los años 1.810 y 1.815 se produce el apogeo de las importaciones de vino desde Canarias a Europa. Luego llegaría el declive por la competencia de otros mercados.
 
Hacienda de San Gonzalo de Amarante
    

Estos son algunos de los lagares que hemos visitado:

Lagar de Las Breñas:
Ubicado cerca de la costa, en la parte noreste de la Punta de Anaga, entre los Roques de Anaga y el Faro de Anaga. Cesó su actividad en la década de los 80. Nos comenta un vecino de la zona, Don A.I.I. que “algún garrafón de vino cargué por ahí …. el Lagar de Las Breñas por lo menos hace más de 30 años que no funciona ….. yo iba a buscar vino con 10 ó 12 años”. Posee un cuarto de aperos y una antigua vivienda, ahora en ruinas.


Lagar de Las Breñas

Lagar de Los Orobales:
Situado junto a una roca, en el sendero que va desde la 
Fuente del Junquito a Las Palmas de Anaga. Dicha roca está rodeada por habitáculos que hacían de bodega, cuarto de aperos y vivienda. Hace aproximadamente 20 años que no funciona. Su techo se ha derrumbado, pero se conserva la piedra, la viga, las vírgenes, el sombrero y la tina. Nos comenta Bernabé L.I. que “yo pisé uvas en ese lagar”.

Lagar de Los Orobales

Lagar de Las Palmas de Anaga:
Podemos encontrarlo en la trasera del patio de la Hacienda de San Gonzalo de Amarante y actualmente no queda casi nada de el. Sólo permanecen las piezas labradas en la tosca, tina y piedra, y las maderas que sujetaban la viga.

Lagar en Las Palmas de Anaga

Lagar de El Draguillo:
Un claro ejemplo de un lagar íntegramente labrado en la roca. Posee los soportes delanteros principales, sin sombreros, ni vírgenes traseras, ni viga. Son visibles la tina, biquera, canalizaciones y lagar.
 
                                                                                                                               
Lagar en el Caserío de El Draguillo

Lagar de la Hacienda del Conde:
Restaurado parcialmente, se encuentra en la Hacienda de Las Higueras o Hacienda del Conde, en el pago de Los Auchones o El Chorro, en la zona de Taganana. Es un lagar propio dentro de una extensa Hacienda, que ha sido repartida entre herederos, a lo largo de los años.

Hacienda en Los Auchones

Carece de husillo y algunos elementos estructurales, pero todavía está en uso. Se encuentra ubicado junto a la Ermita de Santa Teresa de Jesús, la cual fue bendecida el 10 de Agosto de 1678, y que actualmente se usa como bodega. La persona que lo cuida nos comenta que “para autoconsumo todavía se usa”.
 
Lagar en la Ermita de Santa Teresa de Jesús

Lagares en Los Auchones:
En el Caserío de Los Auchones, en los márgenes de la Pista Cruz Vieja – El Chorro, se encuentran varios lagares en desuso, los cuales han sido labrados en la roca. Poseen sus elementos estructurales, aunque les faltan algunas piezas.

Lagar en Los Auchones

En esta zona se han contabilizado 13 lagares, algunos inaccesibles debido a la exuberante vegetación y derrumbes en los barrancos.

Lagar en El Chorro

Observaciones:
Sin duda en el Parque Rural de Anaga podemos encontrar un pedazo de nuestra historia reciente que, en su mayoría, se encuentran abandonados, en ruinas y sin visos de restauración.  

Techo de la Ermita de Santa Teresa de Jesús


Santa Cruz de Tenerife a 17 de Julio de 2015




martes, 7 de julio de 2015

Sendero Hija Cambada


Introducción:
En alguna ocasión hemos estado en la Cruz del Carmen, Monte de Las Mercedes, haciendo senderismo, entrenando para alguna prueba de trail o simplemente paseando, y nos hemos encontrado con una vereda que tiene un nombre fuera de la común: Hija Cambada.
En esta zona de Monteverde existen varios tipos de árboles y arbustos: laureles, hijas, tiles, trejos, fayas, brezos.


Hoy hemos estado allí para descubrir el origen de este curioso nombre, que nace de la capacidad que tiene la Naturaleza para abrirse camino ante la adversidad, como por ejemplo, la falta de luz por la frondosidad del bosque o el derribo de árboles por la fuerza del viento. El nombre viene dado porque antaño creció un árbol torcido, superando sus adversidades y haciéndose un sitio en el bosque. En las fotos de la ruta se puede apreciar el acodo de algunas ramas, buscando la luz del sol, y realizando auténticos malabarismos para mantener la vertical.



Santa Cruz de Tenerife a 07 de Julio de 2015

Lluvia Horizontal en Anaga


Introducción:
Muchas veces hemos visitado Anaga y nos hemos encontrado el suelo empapado, sin que hubiese caído ni una sola gota de agua. Esto fenómeno se debe a la llamada Lluvia Horizontal. En el Macizo de Anaga, concretamente, funciona así: los vientos Alisios empujan las nubes cargadas de agua, por la evaporación del mar, contra la cadena montañosa de Anaga, donde son retenidas.


Las hojas de los árboles se encargan de atrapar el agua que hay en ellas para, posteriormente, comenzar un goteo constante contra el suelo. De esta forma se mantiene la humedad del entorno, lugar propicio para el desarrollo de la Laurisilva. También el viento, agitando los árboles, contribuye a la caída del agua ya depositada en las hojas; donde hay árboles estará húmedo y donde no los hay estará seco. El fenómeno es más complejo, pero lo hemos simplificado para entender como funciona.



Santa Cruz de Tenerife a 07 de Julio de 2015

miércoles, 1 de julio de 2015

"Anaga Senderos de Poesía XVII"


El poeta tinerfeño Fernando García – Ramos y Fernández del Castillo escribió en el año 2005 una obra titulada “Anaga Senderos de Poesía”, dedicando un poema a cada uno de los caseríos del Macizo de Anaga. En ellos juega con las palabras y el entorno donde están ubicados para resaltar las bondades de estos asentamientos rurales. Los poemas, con un total de 17 capítulos, están escritos en una losa de cerámica e instalados en las plazas o lugares de tránsito frecuente, donde los vecinos y caminantes pueden leerlos. La dedicatoria del Poema XVII se encuentra ubicada en Lomo de Las Bodegas, caserío de interminables escaleras y barrancos, cerca del Cementerio de Punta Anaga.



 En La Cumbrilla cantando
ha nacido un madrigal.
Una cuna le dio Anaga
y alas para soñar.
Roque Aderno y Roque Icoso
le enseñaron a volar.
En la luz del horizonte
alcanzó la libertad.
A Tesegre fue temprano;
a Chinobre, sin tardar,
para sembrar regocijos
en la oscura soledad.
Desde la cumbre de Icorbo
va el poema a enamorar.
El alba le abrió corriendo
las puertas de par en par.
En Punta de La Salinas
pronto se quiso posar
para ver cómo se bañan
las caracolas del mar.
En Lomo de Las Bodegas
pronto se quiso embriagar.
En el monte dio un traspié,
pero no llegó a rodar.
Y terminó recalando
en Mesa del Sabinal.
No probó nada de nada,
pues sólo fue a conversar.
Una cuna le dio Anaga
y alas para soñar.
En la luz del horizonte
alcanzó la libertad.
De La Cumbrilla cantando
va el poema a enamorar,
va a decirle al mar palabras
de profunda humanidad.

Diciembre 2005
Fernando Garcíarramos



Santa Cruz de Tenerife a 30 de Junio de 2015