El
poeta tinerfeño Fernando García – Ramos y Fernández del Castillo
escribió en el año 2005 una obra titulada “Anaga Senderos de
Poesía”, dedicando un poema a cada uno de los caseríos del Macizo
de Anaga. En ellos juega con las palabras y el entorno donde están
ubicados para resaltar las bondades de estos asentamientos rurales.
Los poemas, con un total de 17 capítulos, están escritos en una
losa de cerámica e instalados en las plazas o lugares de tránsito
frecuente, donde los vecinos y caminantes pueden leerlos. La
dedicatoria del Poema IX se encuentra ubicada en la plaza de la
iglesia de Casas de La Cumbre, en la Dorsal de Anaga, desde donde tenemos unas maravillosas vistas panorámicas. Cerca se encuentran las dependencias de la Unidad de Montes del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Oh,
Laurisilva, perla de Anaga,
cuando
te nombre vuelvo a soñar
con
los laureles, los barbusanos
el
palo blanco y el marmolán.
Del
aceviño nunca me olvido,
ni
del aderno ni del mocán.
Yo
sé sus nombres, todos sus nombres,
pero
no caben en mi cantar.
El
santo y seña de los secretos
yo
nunca, nunca revelaré
conmigo
viven, y me acompañan,
dentro
del alma los guardaré.
Le
ruego al fuego que no destruya
la
dulce sombra, la tierna paz,
la
luz serena, la santa calma,
la
voz divina del manantial.
Mayo
2005
Fernando
Garcíarramos
Santa
Cruz de Tenerife a 28 de Junio de 2015
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